Querido y querida líder, queridos líderes lúcidos,
Estáis recorriendo un camino de transformación de conciencia en la organización, porque los procesos de transformación de cultura también son procesos de conciencia.
Como dice Frederic Laloux, seguramente eres de los que estáis transitando en tu organización desde un modelo naranja basado en logro y resultados, donde las metas para ganarle a la competencia piden un liderazgo basado en la tarea, a un modelo verde, donde el foco empieza a ser la cultura y el empoderamiento y la importancia de los stakeholders para lograr la motivación extraordinaria de los equipos. Donde el liderazgo que te nace seguramente es el del consenso, la participación y el servicio.
Seguramente te sientes llamado a ser embajador de esta transformación en la organización porque ves claramente hacia dónde va el mundo, aunque a veces te sentirás desalentado y abrumado por el viejo paradigma y su resistencia.
Lo que ahora necesitas es apoyo para no sentirte solo, porque el viejo paradigma cae, el nuevo emerge, pero los innovadores vivís mucho el peso de la contradicción de la complejidad y hace más falta que nunca crear buenos contenedores que sostengan la esperanza con comunidades de práctica y círculos de aprendizaje entre vosotros.
Sois gente con capacidad de generar muchos cambios. Estáis haciendo posible la transición. Necesitáis seguramente mucha resiliencia y esa ha de ser colectiva. Solo el liderazgo colectivo puede abrir caminos ante tanta complejidad vertiginosa.
Estás pasando de vivirte como un héroe, donde se daba por hecho que tenías que tener todas las respuestas, y solo tenías que decir lo que los demás tenían que hacer con buenas instrucciones y planes precisos. Estás viendo que el riesgo no se aminora con más control, con más dependencia. Estás sintiendo en tu vida cotidiana que esta cultura lleva al exceso de sobrecarga en ti y en los otros.
El líder que aparece en ti es el de facilitador o el anfitrión, invitado a desarrollar la capacidad de facilitar un proceso grupal, permitiendo que la inteligencia colectiva se manifieste. Seguramente estás abriendo un paradigma centrado en la colaboración, la confianza, la interrelación en tu ámbito de influencia, en lo pequeño de cada día. ¡Enhorabuena! Ese es el camino.
Liderar para ti, cada vez más es nutrir redes de conexión y comunicación, crear ambientes de apoyo mutuo. Y esta es la competencia más importante ahora: aprender a generar espacios sociales libres de miedo y donde crezca entonces la confianza.
¿Cuál es el umbral que nos urge cruzar ahora?
Del miedo a la confianza. Así de simple. En el viejo paradigma hay mucho miedo y allí no florece la vida.
Las personas aún tienen miedo. El miedo no es terror. No es represión. No es alarma. Es miedo. Miedo al qué dirán, a qué pensarán, a cómo me van a mirar, a cómo va a impactar en mi crecimiento lo que digo, miedo a no hacerlo bien, miedo a no llegar, miedo a decepcionar, miedo a no estar a la altura… Miedo a no destacar.
A ti, a vosotros, líderes que acompañáis las transiciones de paradigma, os quiero tranquilizar en relación a cómo articular todo esto con los resultados que todo negocio necesita: Porque lo cierto es que si el campo social es de confianza y se generan las condiciones para que se dé la colaboración profunda, los resultados se disparan.
La confianza aparece cuando hay un nivel de conexión humana. Se trata de tejer el círculo virtuoso: conexión humana, confianza, colaboración verdadera y compromiso.
Recomponer la conexión humana y crear contenedores de confianza. Ese es vuestro principal deber.
Poco a poco, con ese nuevo campo que cada uno de vosotros puede abonar en su propio equipo, en lo de cada día, en esas nuevas relaciones, se generarán en la organización islas de coherencia, como dice Margaret Wheatley, que acelerarán la transición al nuevo paradigma. Esta es la épica necesaria de los líderes de nuestro tiempo. Os necesitamos.